Fabio Fusca es alguien que se fue construyendo. Alguien que está hecho de todos esos que es.
El primero nació en Wilde, provincia de Buenos Aires, y fue en ese territorio, en la Zona Sur del Gran Buenos Aires, donde transcurrieron su infancia y su adolescencia, de las que salió convertido en Técnico Electrónico, decidido a seguir el camino de la electrónica o entrar en el de la medicina.
Optó, inicialmente, por lo primero, en la Universidad Tecnológica Nacional, pero enseguida advirtió que era poco lo nuevo que podría aprender en los primeros años, a causa del buen nivel de su educación secundaria. Y entonces derivó hacia la carrera de Medicina de la Universidad de Buenos Aires a la que, sin embargo, no pudo entrar en medio de ese año. Meses de reflexión y verano de por medio, también cayó su interés hacia esa formación.
Sus padres, siempre comprensivos, acompañaron cada uno de los cambios de dirección que imprimía e imprimiría a su vida hasta el presente.
Lo que persistía, lo que siempre había estado por debajo de todo, era el dibujo, el interés por alguna clase de actividad artística.
La búsqueda académica se orientó, entonces, a alguna clase de formación que implicara el dibujo como herramienta. Descartada la carrera de Publicidad, que no se dictaba en la UBA, apareció así Diseño Gráfico, que implicó el ingreso al universo del Pabellón Tres de Ciudad Universitaria, en el que el vínculo con la arquitectura resultó inevitable e irresistible. Al cabo del primer año en Diseño pasó a Arquitectura, ámbito que no abandonaría hasta el día de hoy, en el que, además de profesional, es docente.
Sin embargo, al interior de la arquitectura, gracias al vínculo personal con un colega de la docencia, hijo de una profesora de teatro, encontró la posibilidad de vehiculizar una también antigua inquietud por la actuación, que iba a abrir paso a un nuevo Fabio.
Después de la primera clase de teatro sintió que había llegado a donde tenía que llegar. Y siguió ese nuevo camino abierto, primero como actor, luego, también, como docente, y finalmente, como autor y director.
Por supuesto, en determinado momento aconteció en él una crisis entre arquitectura y teatro. Y del debate en términos de elección surgió una visión y una vivencia complementaria de ambas dimensiones, que no se excluían sino que se complementaban. Ambos mundos empezaron a funcionar como un engranaje que impulsaba el conjunto hacia adelante. Sintió que una cosa “descansaba” en la otra, con todo lo que ello implica en términos de alivio: en la arquitectura lo producido tiende a perdurar, en el teatro, a desaparecer una vez concluido el acontecimiento, la función, aunque esa experiencia perdure y se prolongue indefinidamente en términos de efecto sobre el público.
Y esa certeza, la de saber que enfocarse en más de una cosa no era para él un problema sino una solución, le permitió abrir otras puertas, explorar otros campos como, por ejemplo, el del yoga, que surgió como una necesidad no sólo física sino emocional: la necesidad de hacer algo en una dimensión puramente práctica, un puro hacer del que no buscó explicación ni justificación intelectual o racional.
Y como si todo lo anterior fuera poco, desde hace unos años dedica una buena parte de su tiempo a la cerámica, una actividad, entre otras, también postergada desde la juventud temprana. Aquí sí hubo intelectualización, a partir de la necesidad de entender no sólo qué es la cerámica sino de dónde viene, cómo funciona y, sobre todo, qué significa o puede llegar a significar; lo artístico y lo utilitario, los elementos naturales y culturales, amalgamándose en cada elaboración, en cada producto de su proyecto, que consiste, por una parte, en producción comercial, y por otra en docencia, aconteciendo ambas en su propio taller.
¿Quién-es Fabio Fusca, entonces? Es ese que está hecho de todos esos que se sostienen, se necesitan y se ayudan mutuamente, vinculados cada uno, a su modo, a una red de afectos familiares, amistosos y amorosos que a todos les resultan fundamentales, en lo que consiste, siempre, en un gran trabajo en equipo.
Pueden conocer más a Fabio Fusca en https://www.instagram.com/fabiofusca/ y acceder a su producción en cerámica en https://www.instagram.com/patonegro.ff/
[Sesión de fotos: Taller de Fabio Fusca, Palermo, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 4/3/2021]
Las vueltas de la vida.
Ocurre.
LO BUENO ES LLEGAR AL ESPACIO QUE REALMENTE DESEAMOS (muchas veces sin darnos cuenta).
Que las producciones sean
Interesante mixtura de vocaciones y saberes......
Lindo Fabio querido. Flor de modelos estas eligiendo Fabian !!! Felicitaciones y
Muy bueno Fabián! Muy lindo laburo.